martes, 28 de julio de 2015

CIENCIA : LAS NEURONAS Y LA MUSICA

Cerebro y música

“Artículo que nos explica la influencia de la música en el aprendizaje humano. Destaca ¿la importancia de desarrollar una educación musical adecuada, nutritiva e intencionada desde el preescolar, para propiciar ¿un mayor desarrollo neuronal que permita en el alumno(a) optar aun mejor desarrollo integral, a desarrollar la inteligencia y el autoestima. Nos explica la influencia de la educación musical a nivel cerebral, el mayor desarrollo que se produce en el hemisferio derecho del cerebro, la mayor cantidad de conexiones neuronales, así como también la herramienta que entrega en personas que presentan algún tipo de patología”
La música, que en principio es sustancia física, influye en muchos   aspectos biológicos y de comportamiento del ser humano. Quizá la influencia más llamativa sea la que ejerce en nuestro cerebro, que es plástico y susceptible de adaptación: el estudio y práctica de la música puede modificarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más agilidad e integración, de modo más holístico. No sólo en funciones musicales, sino también en dominios como la memoria o la matemática.
Para que la sociedad española pueda beneficiarse de ello, es  necesaria la educación en esta disciplina desde temprana edad, y el lugar idóneo para que llegue a todos es la enseñanza obligatoria.
Por otro lado, el consumo generalizado de música en nuestra sociedad, mal utilizado, produce daños en la salud, incluso lesiones irreversibles. Educar para preservar la salud respecto de un medio hoy omnipresente, utilizado de modo constante como reclamo para el consumo, es otra de las grandes tareas que esta materia debe abordar.
Este estudio trata de una serie de efectos de la música en la formación integral del individuo, que son quizás difíciles de asumir para quien no haya sido educado musicalmente, pero que vamos a exponer a la luz de recientes investigaciones que aportan datos objetivos para ilustrar esta afirmación, la cual engloba factores ya conocidos como el desarrollo del ritmo, de la coordinación psicomotriz, de  sensibilidad artística… junto a otras aportaciones que sobre las que se trabaja en la actualidad mediante diversos trabajos de investigación.
“El cerebro de los músicos es distinto: El cerebro es un órgano plástico que se moldea con relación a los estímulos culturales que recibe desde la infancia. … en el cerebro de los músicos, la zona cuya función es registrar y diferenciar los estímulos acústicos es un 25 % más grande que en el de las personas que jamás hayan tocado un instrumento.”

1. ¿CAMBIA NUESTRO CEREBRO CON LA EDUCACIÓN MUSICAL?

Pues sí, esta pregunta ha podido responderse afirmativamente mediante la utilización en investigaciones recientes sobre Neurofisiología las modernas técnicas de la Magneto Encefalograma (MEG), la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) o la
Imagen de Resonancia Magnética Funcional (FMRI), con las que se pueden visualizar las partes del cerebro implicadas en las distintas tareas que realiza este órgano, y que han permitido llegar a las siguientes conclusiones:
  • Frances Rauscher sugiere que la música estimula conexiones neuronales específicas situadas en el centro de razonamiento abstracto del cerebro, lo que hace a los individuos más inteligentes.
  • Según el Dr. Schlaug, el cerebelo (zona del cerebro que contiene el 70 % de las neuronas) es un 50 % más grande en los músicos que en otros grupos.
  • Según un estudio de la Universidad de Hong Kong3 los adultos que han recibido enseñanza musical antes de los 12 años tienen mejor memoria oral porque tienen más desarrollado el lóbulo temporal izquierdo del cerebro.

¿CÓMO PUEDE PRODUCIRSE ESTE FENÓMENO?

Al nacer, todas las neuronas están ya establecidas, pero durante la infancia, los axones y dendritas de las neuronas crecen y desarrollan una enorme cantidad de conexiones sinápticas que dependen de los estímulos que reciben.
La conexión del cerebro está expuesta a una constante reorganización llamada plasticidad neuronal. Así, neuronas de funciones fisiológicas similares se ordenan en columnas verticales, cada una de aproximadamente 10.000 neuronas recíprocamente conectadas. Estas columnas se interconectan formando una red que puede comprometer a ambos hemisferios. Las neuronas y columnas que con frecuencia se activan al mismo tiempo, fortalecen la fuerza sináptica y facilitan las transmisiones de información entre ellas (Hebb, 1949).
En consecuencia, se desarrolla una estabilización de uniones celulares relacionadas con el estímulo. Este es el principio básico del aprendizaje, que nos permite comprender los eventos del mundo externo por vía de permanente enlace de la actividad nerviosa producida por diferentes estímulos sensitivos que llegan simultáneamente o en una relación temporal cercana.

Así Schlaug (1995) defiende que “la educación musical produce modificaciones en la conexión sináptica de conjuntos de células neuronales extendidos; o sea: produce cambios en el Software de nuestro cerebro. … Pero también en el Hardware: la mitad anterior del cuerpo calloso que conecta el lóbulo central derecho y el izquierdo es más grande en los músicos que en los no músicos: el número de fibras que conecta ambos lóbulos frontales se incrementa como consecuencia de un entrenamiento temprano de la coordinación de ambas manos.”
De las investigaciones efectuadas mediante la comisuroterapia, se puede deducir que cada uno de los hemisferios cerebrales procesa selectivamente, en principio, unos determinados estímulos que le vienen dados del exterior. Es decir, hay una dominancia lateral para los distintos aspectos de la información que le llega al cerebro, como se evidencia en el siguiente cuadro 4 (Springuer y Deutsch, 1994):
Hemisferio IzquierdoHemisferio Derecho
VerbalSecuencialTemporalDigital
Lógico
Analítico
Racional
No verbalVideoespacialSimultáneoAnalógico
Gestalt
Sintético
Intuitivo
Pero hay una relación entre los dos hemisferios a través del cuerpo calloso, de manera que intercambian información y se complementan. Es lo que llamamos
intrahemisfericidad e interhemisfericidad cerebral. Por ejemplo, en los casos de memoria el cerebro trabaja holográficamente.
Al igual que otros fenómenos, la música no está representada por sus elementos en células individuales que particularmente se especializan en el procesamiento de un parámetro musical, sino que se extiende en muchas áreas de ambos hemisferios por medio de las conexiones sinápticas. La teoría de la correlación de Von der Malsburg
(1986) supone que la pulsación de descargas neuronales sincrónicas son responsables de la construcción de representaciones mentales, y el aprendizaje puede ser descrito en forma de representación mental.
Así según Despins5 (1989) “el ritmo musical estimula los dos hemisferios cerebrales. … el hemisferio derecho recibe el estímulo musical y el izquierdo interpreta y controla la ejecución. … La música siempre será el mejor medio para desarrollar y acrecentar en forma adecuada este fenómeno cerebral”
En este sentido, entre las conclusiones de la Sociedad para la Neurociencia se apuntan las siguientes:
  • “Hemos comprobado que la armonía, la melodía y el ritmo tienen diferentes patrones de actividad cerebral. Implican tanto al lado derecho como izquierdo del cerebro” (Parsons).
  •  “Los científicos sugieren que los mecanismos neuronales de la música podrían haberse desarrollado originalmente para comunicar emociones, como un precursor del habla”.
  • “Las activaciones de patrones cerebrales que se alcanzan a través de la práctica musical ‘salpican’ de manchas pequeñas casi todas las áreas del cerebro. Esto indica un uso más eficiente y económico de sus capacidades.”
ES DECIR, LA ACTIVIDAD MUSICAL, QUE INTEGRA FUNCIONES DE ALTO NIVEL, TIENE EFECTOS PROFUNDOS Y DURADEROS SOBRE EL MODO DE ORGANIZAR EL PROCESAMIENTO GENERAL DE LA INFORMACIÓN EN EL SER HUMANO
Recientísimos estudios realizados en el campo de la Neurobiología demuestran
esta afirmación:
  • Se ha medido las representaciones corticales en músicos muy diestros. Se ha comprobado que éstas son un 25 % mayores en los músicos que en un grupo de control de personas que nunca habían tocado un instrumento; y este crecimiento era proporcional a la edad en que los músicos comenzaron a practicar.

  • Análisis comparativos entre músicos y un grupo de no músicos demuestra que la parte anterior del cuerpo calloso es mucho más grande en músicos, sobre todo en los que comenzaron su entrenamiento antes de los 7 años.8
  • “Los individuos musicalmente entrenados sacan mejores puntuaciones en habilidades espaciales. El entrenamiento musical produce modificaciones a   largo plazo en el sistema de circuito neuronal, en regiones principalmente no relacionadas con la música”.

  • (El entrenamiento musical) puede fortalecer el aprendizaje de currículos standard como matemáticas y ciencia que se relacionan fuertemente con el razonamiento espacio temporal”.
  • La música tiene) “una influencia sobre la actividad, la productividad y sobre el incremento de la activación y la atención selectiva.”

  • Diversos autores sugieren que la música potencia la habilidad de resolver problemas de tiempo, espacio y secuencia.
  • “Una buena educación musical mejora el aprendizaje de las matemáticas. … Muchos de los alumnos experimentales habían tenido malos resultados en la etapa preescolar en comparación con los alumnos de control; sin embargo, al cabo de 7 meses habían igualado la capacidad de lectura de estos últimos y mejorado su actitud y comportamiento, y superaban al grupo de control en una asignatura sorprendente: las matemáticas”.

  •  Los estudios de Rauscher demuestran que existe transferencia entre habilidades musicales a otras funciones cognitivas, por ejemplo, con habilidades espaciales.
  • Un estudio realizado en las universidades de Friburgo y Salzburgo sostiene que los alumnos que asisten a clases de música obtienen mejores calificaciones en otras materias. En una muestra de 1.200 alumnos, se observó que los que recibían formación musical aprendían más fácilmente matemáticas y lenguaje.
EN CONCLUSIÓN, LA MÚSICA PODRÍA JUGAR UN PAPEL
IMPORTANTE PARA POTENCIAR LA INTELIGENCIA.
De hecho en algunos estados norteamericanos ya hay escuelas donde los niños escuchan regularmente sonatas de Mozart, y experimentos sobre el comportamiento han demostrado un fortalecimiento a corto plazo del razonamiento espacio-temporal en estudiantes que escuchan sonatas de Mozart
Este reforzamiento de la amplitud que indica una más aguda función de memoria sensorial en los sujetos musicales, sugiere que incluso “la componentecognitiva de la musicalidad, tradicionalmente contemplada como dependiente de los procesos cerebrales relacionados con la atención, de hecho está basada en mecanismos neuronales presentes ya en el nivel preatentivo” y que “la música sirve como una ayuda a la memoria que facilita la comunicación de noticias e ideas”.
Dicho de otra manera: la música no sólo es música. En un estudio sobre la memoria musical, O’Connor (1992) afirma que “el sentimiento, el sonido y la imagense reconstruyeron al mismo tiempo a raíz de la audición. …La música no es simplemente un recuerdo auditivo, sino una síntesis de vista, sonido y sentimiento. Lamemoria musical no es simplemente una memoria auditiva”. Y un efecto más que potencia la educación musical es “una complementariedad o intercambio deinformación entre los dos hemisferios (cerebrales) con lo que … puede contribuir al desarrollo armónico del cerebro total y, por tanto, de la formación de la persona.”
Estamos de acuerdo con San José (1998) en que “una metodología y didáctica científicamente fundamentada y lo más efectiva posible compatible con el desarrollo armónico de los dos hemisferios cerebrales … traerá como consecuencia un mejor y mayor desarrollo de las potencialidades de la persona en su totalidad integral”.
Como ejemplo de los logros que pueden conseguirse, citamos una investigación realizada en la comunidad Valenciana, cuyas conclusiones son:
1ª. La media de musicalidad de los niños valencianos de 9 años (muestra significativa) sin cultivo musical alguno, esta 4 puntos por encima de la media de los niños ingleses de la misma edad; pero esta ligera ventaja con el correr de los años se vuelve negativa dado que los niños valencianos de 14 años sin formación musical quedan muy por debajo del nivel medio de los niños de otros países europeos.
2ª. Distinto es el panorama de los niños que reciben formación musical: a los 9 años alcanzan prácticamente el mismo nivel de rendimiento que presentan sus paisanos de 14 que no reciben educación musical. Si ésta tiene lugar, el desarrollo ventajoso sigue manteniéndose de forma que los niños de 14 años que reciben educación musical alcanzan en los test un nivel de rendimiento musical superior en más de 3 puntos sobre los niños ingleses de esa edad, igualmente con formación musical.

2. LA MÚSICA EN LA INTEGRACIÓN Y EN EL TRATAMIENTO DE LA DIVERSIDAD

Hemos de recordar que la enseñanza general ha de tener en cuenta todos los factores de desarrollo, y que si lo antes expuesto evidencia la importancia de la música en las funciones cerebrales (y por tanto en los procesos de aprendizaje), ello reviste una
importancia especial para los centros en los que existe integración de alumnos con dificultades en el aprendizaje, sicomotoras, de integración social, etc.
En efecto, si algunos médicos ya utilizan la música en la rehabilitación de pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares, como coadyuvante en larehabilitación motora, Boscaini (1987) afirma que “la regularidad (del ritmo) tiene como efecto crear una inducción motora que conduce al nacimiento del movimiento, y por lo tanto induce a una actividad cinestésica y después sicomotora”.
La música es igualmente útil como herramienta para tratar trastornos de la fonación, dislalias, disatrias, afasias… mediante la realización de ejercicios dearticulación, dicción, relajación, etc.
Sobre los trastornos de la atención (como por ejemplo la hiperactividad) se ha demostrado la “influencia de la música sobre la actividad de la productividad y sobreel incremento de la activación y la atención selectiva” (Lafarga, M. y E., 1997). “Los chicos ADHD lo hacían significativamente mejor con música que con habla o ensilencio. Sin embargo, sólo mejoraron los chicos que recibieron la música en primer lugar. Los efectos que facilitan la estimulación auditiva saliente sobre la funciónaritmética de los chicos hiperactivos da algún apoyo a la teoría de la estimulación óptima underarousal”.
Un trastorno frecuente en las aulas es el del lenguaje, al que frecuentemente va asociada la dislexia. Ciertas investigaciones afirman que al menos un 8 % de los niños pueden tener trastornos del lenguaje, y de ellos más del 85 % son también disléxicos. Se sospecha que este problema se origina por la incapacidad para procesar con suficiente velocidad la información auditiva. Por ello es adecuado un entrenamiento que impulse  las actividades de temporización, y así actualmente se trabaja en terapias de sonidos lentos para conseguir que esos niños aumenten progresivamente su velocidad en la captación de fonemas, que influirá en su reconocimiento oral y posteriormente en el escrito. Tallal y Merzenich (Science, 1996) informan que 11 niños así tratados adquirieron en un solo mes la destreza en el lenguaje que suele costar 2 años.
En cuanto a las alteraciones sensoriales, es claro en el caso de los que sufren de ceguera total o parcial, en los que se produce una compensación auditiva en estructuras cerebrales que se hubieran quedado inutilizadas por falta de estímulos visuales, y “pueden desarrollar un mapa tridimensional del espacio en sus mentes, basándose exclusivamente en percepciones auditivas” (Lepore, Sciencie, 1997).

3. MÚSICA Y SALUD: EXCITACIÓN INDIVIDUAL Y TRASTORNO COLECTIVO

Por último, pero también importante, resaltaremos dos campos en los que se impone una estrategia de prevención y cuidado: la salud y el medio ambiente.
La música “nacida de la necesidad humana, es parte de cada uno, concierne a todos. Su aparición marcó un hito en el proceso de hominización y en su desarrollo sigue siendo un factor de humanización” (Pastor, Eufonía, 1999).
Datos recientes revelan que el uso del sonido está dando lugar a un creciente número de patologías. Según estudios del Ejército Noruego, el porcentaje de personas con daños en el sistema auditivo se ha incrementado de un 15 % en 1981 a más del 30
% en 1987. Ello pone de relieve que debemos educar a la población en la protección de su salud auditiva y del aparato fonador, y la escuela sería el lugar ideal para ello.
La contaminación acústica es otro problema de la ciudad moderna que ha de ser cuidado, pues está demostrado que la exposición a niveles excesivos de ruido conducen a alteraciones sicosomáticas (alteración de la presión arterial, estrés, cefaleas) perniciosas para el equilibrio físico y síquico.
En concreto, España es considerado como el país más ruidoso de Europa, y
Madrid están las ciudades con mayor agresión auditiva. En tal sentido es expresivo el estudio realizado para la ciudad de Bilbao.
Sin embargo existen normativas al respecto, que se transigen por falta de una adecuada concienciación del ciudadano en cuanto a la repercusión del sonido. Esta concienciación ha de realizarse desde la escuela, como parte de la Ecología y Educación para el medio ambiente que se está impulsando.
Por otro lado, la música nos influye, queramos o no, de un modo irremediable (como bien saben los expertos en marketing) tanto desde el punto de vista físico como el de las emociones24.
Estos cambios fisiológicos sobre emociones sólo parcialmente reproducen los que se encuentran para emociones no musicales. Por tanto los efectos fisiológicos de la música observados, en general apoyan la visión emotivista de las emociones musicales, por lo que debemos ser conscientes, críticos, y aprender a utilizarla conscientemente para nuestro bienestar.
Asimismo está demostrado que la música puede ejercer un efecto narcotizante o, por el contrario, fortalecer nuestro pensamiento. Diferentes tipos de música inducen a distintos cambios neuroendocrinos. La música techno está asociada a cambios significativos en el ritmo cardiaco, en la presión sanguínea y en significativos cambios emocionales. La música clásica también induce a cambios emocionales, pero no produce cambios significativos en combinaciones hormonales.
En cuanto a la influencia sobre el pensamiento, diversos resultados indican que
8 de cada 90 sujetos presentan un patrón de mala adaptación al escuchar música, similar al exhibido por los que abusan de substancias (los denominados “adictos”). Otros resultados muestran que escuchar música de un estilo familiar incrementa la disposición de recursos actitudinales durante el proceso de actualización de la memoria que se supone determina la amplitud P3, y por tanto muestra los efectos del entorno cultural en el proceso cognitivo.

viernes, 24 de julio de 2015

EL MAESTRO PITAGORAS Y LA ARMONIA DE LAS ESFERAS

Armonía de las esferas

Modelo de los sólidos platónicos del Sistema Solar, propuesto por el astrónomo y matemático Johannes Kepler en 1596, en suMisterium Cosmographicum.
La armonía de las esferas es una antigua teoría de origenpitagórico, basada en la idea de que el universo está gobernado según proporciones numéricas armoniosas y que el movimiento de los cuerpos celestes según la representación geocéntricadel universo — el Sol, la Luna y los planetas — se rige segúnproporciones musicales; las distancias entre planetas corresponderían, según esta teoría, a los intervalos musicales.1
La expresión griega harmonia tou kosmou se traduce como «armonía del cosmos» o «música universal»; la palabra armonía se entiende aquí por las buenas proporciones entre las partes y el todo, en un sentido matemático pero también «esotérico», según el misticismo pitagórico. La palabra música (mousikê) hace referencia a «el arte de la Musas» y a «Apolo», es decir, a "la cultura del espíritu artístico o científico". El término «esferas» es de origen aristotélico y designa la zona de influencia de un planeta (Tratado del Cielo).
La teoría de la armonía de las esferas de los pitagóricos está documentada en textos antiguos2 desde Platón (La República, 530d y 617b; Critón, 405c) y sobre todo Aristóteles (Tratado del cielo, 290b12). Esta teoría continuó ejerciendo influencia en grandes pensadores y humanistas incluso hasta el final del RenacimIENTO Variantes[editar]
En los textos antiguos2 la teoría conoce muchas variantes. Se pueden hacer tres grandes distinciones, si bien esta clasificación no está propuesta en las fuentes originales.
  • En un primer tiempo, la «música celeste» está compuesta de una escalaascendente o descendente que procede por grados conjuntos, y en la cual los intervalos se definen por las distancias entre los planetas. Así, en Plinio el viejo (Historia Natural II, 84), la distancia Tierra-Luna está evaluada en un tono, y los planetas se escalonan según una gamaascendente.
  • Un segundo tipo de teoría propone igualmente una gama que procede por intervalos conjuntos — de un semitono o de un tono, y excepcionalmente un tono y medio — y en la cual los intervalos entre los planetas se definen por la velocidad relativa de los planetas. Es la interpretación debida posiblemente a Cicerón en el conocido Somnium Scipionis que culminaba su República, VI,18. El sonido emitido por la Luna, que es el planeta que gira más despacio, se presenta así como el más grave, mientras que la «esfera inmóvil» emite el sonido más agudo.
  • El tercer tipo de armonía de las esferas se debe a una interpretación del conocido pasaje del Timeo (35-36), en el que Platón describe la fabricación de las proporciones del «Alma del Mundo» por el Demiurgo. El pasaje se basa en la serie numérica 1, 2, 3, 4, 9, 8, 27 — que corresponde a la fusión de la serie de las primeras potencias de 2 (2, 4, 8) y de la serie de las primeras potencias de 3 (3, 9, 27). De esta serie, se pueden extraer relaciones numéricas sobre las cuales se basan los intervalos musicales: la razón 1 a 2 (razón doble) corresponde a laoctava; la razón 2 a 3 (razón llamada hemiolia - en griego, y sesquialteraen latín) a la quinta; la razón 3 a 4 (epitrito o sesquitercio) a la cuarta; finalmente, la razón 9 a 8 (sesquioctava) al tono. Este difícil pasaje es interpretado de maneras diversas en numerosas especulaciones neoplatónicas, que utilizan esta serie para describir las relaciones entre los planetas — se puede evocar la interpretación de Macrobio, en elCommentarium in Ciceronis Somnium Scipionis, II, 2-4. Según Luc Brisson, "tres tipos de intervalos corresponden a razones musicales conocidas de la época de Platón: la cuarta 4/3, la quinta 3/2 y el tono 9/8. (...) Considerado desde un punto de vista estrictamente musical, la estructura matemática del «Alma del mundo» tendría entonces 4 octavas, una quinta y un tono: 2/1 x 2/1 x 2/1 x 2/1 x 3/2 x 9/8 = 27. Hay que remarcar no obstante, que Platón no tiene ninguna intención de hacer la teoría del tipo de música que podrían emitir los cuerpos celestes".3

Historia[editar]

Se atribuye a Pitágoras el descubrimiento de la relación entre el tono de la nota musical y la longitud de la cuerda que lo produce: el tono de la nota de una cuerda está en proporción con su longitud, y que los intervalos entre las frecuencias de los sonidos armoniosos forman razones numéricas simples4(véase también «Martillos de Pitágoras»). En la teoría conocida como «la armonía de las esferas», Pitágoras propone que el Sol, la Luna y los planetas emiten un único zumbido5 basado en su revolución orbital,6 y que la cualidad de la vida en la Tierra refleja el tenor de los sonidos celestiales que son imperceptibles para el oído humano.7
Para Filolao, matemático y astrónomo pitagórico, año 400 a.C., el mundo es «armonía y número», todo se halla ordenado según proporciones que corresponden a tres consonancias básicas para la música: 2:1 (armonía), 3:2 (quinta), 4:3 (cuarta).8 Nicómaco de Gerasa, (también pitagórico, hacia el año 200) asigna las notas de la octava a los cuerpos celestes, de manera que generan una música.9
Platón presenta la noción en La República, X, 616-617. Describe un orden de ocho círculos u órbitas: estrellas fijas, Saturno, Júpiter, Marte, Mercurio, Venus, Sol, Luna, que se distinguen por su rango de distancias, su color y la velocidad de revolución. La unidad de medida, según Platón, es el intervalo Tierra/Luna (Timeo, 35 b). Los términos de la serie del «Alma del mundo» (1, 2, 3, 4, 9, 8, 27) representan las distancias de los planetas a la Tierra, medidas en razón de la distancia de la Luna a la Tierra tomada como unidad. Luna 1, Sol 2, Mercurio 3, Venus 4, Marte 8, Júpiter 9, Saturno 27 (Timeo, 36 d).10
Es Aristóteles el primero en dar una exposición crítica de la noción pitagórica de las armonía de las esferas: "Debemos ver evidentemente, después de todo lo que precede, que, cuando nos hablan de una armonía resultante del movimiento de esos cuerpos, igual a la armonía de sonidos que se entrelazan, se está haciendo una comparación muy brillante, sin duda, pero vana; esa no es la verdad de ningún modo. Hay en efecto gente [los pitagóricos] que se figura que el movimiento de cuerpos tan grandes [los planetas] debe producir necesariamente ruido, pues escuchamos alrededor nuestro los ruidos que hacen cuerpos que ni tienen tanta masa, ni una velocidad igual a la del Sol o la Luna. Por ello, uno se cree autorizado a concluir que astros tan numerosos e inmensos que aquellos que tienen este prodigioso movimiento de traslación, no pueden andar sin hacer un ruido de una intensidad desmesurada. Admitiendo en principio esta hipótesis, y suponiendo que estos cuerpos, gracias a sus distancias respectivas, están por sus velocidades en la misma proporción que las armonías, estos filósofos llegan a pretender que la voz de los astros, que se mueven en círculos, es armoniosa. Pero como sería muy sorprendente que nosotros no escucháramos esta pretendida voz, nos explican la causa, diciendo que ese ruido data para nuestros oídos desde el momento mismo de nuestro nacimiento. Esto hace que no distingamos el ruido, es que no hemos tenido nunca el contraste del silencio, que sería su contrario; pues la voz y el silencio, se hacen así distinguir recíprocamente el uno del otro. Pero, al igual que los herreros, por el hábito del ruido que hacen, no se dan más cuenta de la diferencia, así igualmente, dicen, sucede a los hombres. Esta suposición, lo repito, es muy ingeniosa y muy poética; pero es absolutamente imposible que sea así." (Aristóteles, "Tratado del Cielo", II, cap 9, 290).
La representación pitagórica del universo como una armonía tuvo tanto éxito en la Antigüedad, que Boecio, al comienzo de su Institution musicale (I,2), la incluye como una de las tres partes de la música — en su célebre tripartición entre musica mundana (música del mundo, o armonía de las esferas),musica humana (música del hombre, es decir, armonía interior que une las partes del alma y los elementos del cuerpo) y musica in instrumentis (música instrumental, en el sentido que la entendemos hoy). El éxito de esta representación del mundo, vehiculada por toda la tradición antigua retomada por Boecio, no se debilitará durante el transcurso de la Edad Media.
Johannes Kepler, en su Mysterium cosmographicum (1596), pone en relación los aspectos de los que hablan los astrólogos (relaciones angulares entre planetas) y los intervalos musicales. La oposición (planetas a 180°): razón del círculo entero a su mitad: 2:1 (octava); el trigono (planetas a 120°): razón del conjunto a la menor de las partes: 3:2 (quinta); el cuadrado (planetas a 90°): razón del conjunto a la mayor de las partes: 4:3 (cuarta). Sobre todo, en su Harmonices mundi (1619), Kepler funda la «música celeste», ya no basado en las distancias entre planetas sino en la velocidad de los mismos, en función de la segunda ley de Kepler (ley de las áreas: la velocidad de un planeta aumenta cuando este se acerca al Sol). El planeta más lejano al Sol, Saturno, durante el afelio, cubre cada día 106 segundos de arco de elipse; en el perihelio, 135; esto equivale (a menos de 2 segundos) a una razón de 4 a 5, que es la tercera mayor. Júpiter da la tercera menor, Marte la quinta, la Tierra el semitono, Venus el sostenido y Mercurio la octava aumentada de la tercera menor. Kepler supone que el tono de Saturno en el afelio es la nota «sol», en su perihelio la nota «si». El conjunto de los planetas constituye un coro en que los bajos corresponden a Saturno y Júpiter, el tenor a Marte, el contralto a la Tierra y Venus, el soprano a Mercurio.11
Michael Maier, médico y alquimista, en 1622 expone que hay "un tercio" de la Tierra a la Luna, "una quinta" de la Luna al Sol, y "una octava" del Sol hasta el cielo (Cantilenae intellectuales de phoenice redivivo, Canciones intelectuales sobre la resurrección del fénix)
La ley de Titius-Bode (1772) es una nueva clase de teoría de la armonía planetaria. En 1702, James Gregory describe la secuencia de números 4, 7, 10, 15, 52, 95, para representar las distancias de los planetas en 1/10 del radio de la órbita terrestre (1.5 millones de kilómetros). En 1766, Titius enuncia una relación empírica entre los radios de las órbitas de los planetas y de los planetas enanos del Sistema Solar, basado en una progresión geométrica de razón 2. En 1772, Bode retoma la teoría: si se considera 4 como la distancia media entre Mercurio y el Sol, y si se agrega la serie 3 x 1, 3 x 2, 3 x 4, 3 x 8, etc. se obtienen cifras que se aproximan mucho a la distancia media real de los planetas con respecto al Sol, calculada en unidades astronómicas (distancia media entre la Tierra y el Sol).
  • Mercurio: distancia = 4 (0,387) do
  • Venus: distancia = 7 (0,723) re
  • Tierra: distancia = 10 (1,000) sol
  • Marte: distancia = 16 (1,524) do
  • Céres: distancia = 28 (2,77) re
  • Júpiter: distancia = 52 (5,203) si bemol
  • Saturno: distancia = 100 (9,539) mi
  • Urano: distancia = 196 (19,182) mi+
  • Neptuno: distancia = 388 (30,055) la
El cristalógrafo Victor Goldschmidt utilizó como unidad astronómica no la distancia Tierra-Sol, sino la distancia Júpiter-Sol (Über Harmonie im Weltraum, en Annalen der Naturphilosophie, t. IX, 1910, p. 51-110). Obtiene así: Sol 0, Júpiter 1, Saturno 2, Urano 4, Neptuno 6, Plutón 8; para los planetas interiores pequeños y densos de rotación lenta: Sol 0, Mercurio 1/13, Venus 1/7, Tierra 1/5, Marte 1/3, Júpiter 1. Al final: Sol 0, Júpiter 1/2do, Saturno 1 do, Urano 2 do, Neptuno 3 sol, Plutón 4 do.
En 1781, el descubrimiento de Urano, confirma la "ley de Bode". Pero en 1846, el descubrimiento de Neptuno demuestra que la ley de Titius-Bode no es válida más allá de Urano.